Silencio y Opción

 

25 de julio de 1999 un escrito de Gururattan Kaur

Una de las metas de la meditación silenciosa es descubrir y conectarse con nuestro estado interno de ser. Nuestro estado interno es complejo, tiene muchos niveles y siempre está cambiando. Cuando empezamos por primera vez nuestro viaje interior, lo primero que encontramos son nuestros pensamientos mundanos, lo que tenemos que hacer, nuestros planes del día, nuestras opiniones sobre lo que estamos haciendo en el momento.

Yo recuerdo mi primer intento de «meditación» que debe de haber sido aproximadamente entre 1973-4.

Había estado practicando Hatha Yoga diariamente durante 3 a 4 años. Decidí permanecer sentada durante unos minutos después de mis asanas. Wow. ¡Qué esfuerzo que era solamente estar sentada ‘quieta’por la eternidad de tres minutos! No estaba realmente tranquila y mi mente no estaba verdaderamente callada. Pero me senté allí durante tres minutos y en ese momento ése fue un gran logro para mí. Yo estaba muy contenta conmigo misma por intentar realmente un hecho hasta aquí imposible.

El punto es que tenemos que empezar algún día y en alguna parte.

Algún día puede ser ahora. Y en alguna parte, donde estamos en este momento.

Es innecesario decir que he progresado mucho subsecuentemente desde ese primer día, pero me ha tomado un largo tiempo y todavía estoy en ello.

La meditación es la herramienta para ponerse en contacto con lo que realmente está pasando dentro de nuestra psique, más allá del flujo de pensamientos que inicialmente desordenan nuestro terreno interno. Una de las cosas que he descubierto es que hay muchas cosas que suceden y son a menudo contradictorias.

Puedo sentirme feliz y triste al mismo tiempo. Puedo acceder a sentimientos de enojo y desapego simultáneamente. Noto que estoy asustada y excitada.

Hay una ansiedad interna que parece ser una cortina que cubre una paz dinámica.

He sacado dos conclusiones simples de todos esto:

(1) Esta es la forma como son las cosas, dentro de mí y en el universo. Realidades que parecen ser opuestas o aun conflictivas existen simultáneamente.

(2) En todo momento yo estoy escogiendo. Yo puedo escoger a qué realidad deseo prestar mi atención. Es tan simple como hacer una selección. A veces es difícil tomar una opción específica. Escogiendo opciones he aprendido que usar la base –lo que me hará feliz, más pacífica y sentirme bien– facilita mi proceso de tomar decisiones.

He averiguado que tomar una decisión y permitirle que guíe mi vida es una buena estrategia.

Aquí está mi ejemplo más dramático. Recuerdo la primera vez que me levanté para el Sadhana (meditación de la mañana y yoga). En el ashram tenía que levantarme a las 2:50 a.m. (!!), llegar al cuarto de Sadhana a las 3:45 a.m. Ésos eran días fríos y oscuros de invierno en Boston. Estaba viviendo en una cabaña que era mucho más fría que mi caliente cama. Comprendí que si yo tuviera que tomar la decisión «levantarme o no levantarme» cada mañana, me sujetaría a una diaria e insufrible tortura. Así que cuando estaba sintiéndome bien, tomé la decisión UNA SOLA VEZ de levantarse a esta hora «divina». Durante años, no he tenido nunca que tomar esa decisión otra vez.

Y ése es mi secreto. Así es cómo lo hice. Apagué mi mente y mis sentimientos tanto como pude cuando sonaba el despertador y salí de la cama. Después de la ducha fría el resto del día fue como ir colina abajo.

El punto es que a veces necesitamos tomar una opción que abarca todo y que guiará nuestras opciones diarias. Porque siempre habrán razones de peso y excusas válidas para distraernos de nuestra práctica espiritual.

Hay un mito que cuando meditamos, podemos detener nuestras mentes y sintonizarnos en este lugar de beatitud interna.

Yogi Bhajan nos dice que la mente procesa 1000 pensamientos al pestañeo de un ojo. Por eso ni siquiera consideren detener su mente.Sin embargo podemos cambiar de canal.

Encuentro que el truco de la meditación es encontrar el canal correcto y ser capaz de quedarse allí durante algún tiempo o por lo menos lo suficiente para experimentar que hay algo más que está pasando y que de hecho tenemos la opción de desde donde podemos operar. El truco es integrar estas realidades.

Nosotros podemos conocer todo lo anterior intelectualmente. Y los conceptos son probablemente familiares para muchos de nosotros. El desafío real es experimentar en su propia meditación la existencia de sentimientos y realidades diferentes en su psique y en su cuerpo.

En este punto del proceso, ésta es la meta de meditación silenciosa. Póngase en contacto con la agitación, el miedo, la impaciencia y el enojo. También logre contacto con la paz, el contento, la habilidad del desapego y no reaccionar y el deseo de simplemente ser.

Es la experiencia real de las diferentes energías dentro de usted lo que le permitirá escoger una opción de los dos. También le permitirá usar las energías que inicialmente aparecen como «malas», para la acción, energía y motivación.

Es la aceptación y la honra de todas nuestras energías la base energética del amor a sí mismo.

 

Sat Nam,

 

Gururattan Kaur.